
Nuestra Historia!
Centro Sembrando Amor no nació solo como un proyecto terapéutico, sino como un legado de amor que floreció a partir de un sueño compartido.
Ese sueño pertenece a José Eduardo, un alma luminosa, llena de ternura y compasión, que partió en el año 2016, dejando en su familia una profunda inspiración: transformar el dolor en amor, y el amor en servicio.
En su memoria, Angélica y Paula, madre e hija, dieron vida a un espacio donde cada persona pudiera sentirse acogida, comprendida y acompañada. Así nació el Centro Sembrando Amor —una semilla que creció con raíces firmes en la empatía, la vocación y la esperanza.
Desde sus inicios, nuestro centro ha tejido una red de apoyo, contención y bienestar que hoy se extiende por toda nuestra comunidad.
Cada día, somos testigos de cómo el trabajo de nuestros profesionales transforma vidas: niños que recuperan su confianza, familias que vuelven a sonreír y adultos que encuentran equilibrio y propósito.
Aquí no solo ofrecemos terapias; ofrecemos presencia, escucha y luz.
Cada sesión es una oportunidad para sanar, para crecer y para reencontrarse con uno mismo.
En cada mirada, en cada gesto y en cada logro, se refleja nuestra esencia: el amor sembrado con dedicación florece en bienestar y esperanza.
Centro Sembrando Amor es, sobre todo, un refugio para el alma.
Un lugar donde los corazones cansados encuentran consuelo, las mentes inquietas hallan paz y las familias descubren que no están solas.
Nuestro propósito es seguir iluminando caminos con empatía, profesionalismo y amor, para construir juntos un mundo más humano, más amable y más unido.
